Hoy queremos contarte un poco más sobre quién hay detrás de FORQUETA. La mitad del dúo es Paco, cocinero y viajero empedernido, entre otras muchas cosas más…

Tras terminar su carrera de publicidad y pasar una temporada por Inglaterra, decide seguir aprendiendo idiomas y elige Italia como próximo destino. Es allí donde se acentúa su pasión por la cocina. Tras realizar varios cursos en Italia siguió su aprendizaje en algunas de las mejores escuelas de hostelería en ciudades como Barcelona y Bilbao.

Siempre ha sentido curiosidad por descubrir nuevas culturas gastronómicas. En lo primero que piensa a la hora de elegir un destino es en la oferta gastronómica del mismo. Puede estar horas buscando en internet cuales son los mejores locales de cada zona.

La idea de hacer delantales

Gracias a la inquietud de Paco, FORQUETA hoy es una realidad. En cada viaje, observaba cómo los empleados de los locales que visitaba iban uniformados de una manera diferente a lo que veía en España. Delantales modernos, con estilo, que aportaban una imagen limpia y actual al negocio. Por aquel entonces, su cabeza comenzó a pensar en este proyecto, hace ahora unos 3 años.

Al poco tiempo de que nuestros caminos se cruzaran, Paco me explicó el proyecto y su intención de que yo formara parte de él. Su entusiasmo e ilusión me hizo subirme al barco sin pensarlo dos veces. Ibamos a poner toda nuestra energía en crear algo desde 0, emprender juntos un camino desconocido con muchas ganas y también con una gran incertidumbre.

El porqué de los nombres de los modelos FORQUETA

Cuando iniciamos los bocetos de los delantales pensamos que lo que más iba con nosotros era darle a cada modelo el nombre de algunas de las ciudades que habíamos visitado. Así es como FORQUETA te traslada al Mediterráneo, nuestra tierra, desde Barcelona hasta Ibiza pasando por Valencia y Alicante. Ciudades europeas que no te puedes perder como Amsterdam, Londres o Venecia. Lugares con culturas tan distintas a la nuestra como la de Tokio o con los mejores niveles de bienestar como Zurich.

Viajar es un placer para los sentidos, un aprendizaje para el alma, ¡¡¡PURA VIDA!!!